Un detalle bonito, barato, original y que asegura un éxito total para hacer un regalo a los niños, sobre todo en ocasiones especiales:
Una tarta de chuches.
El mérito es de Mari Paz que tiene paciencia e ilusión aunque yo también colaboré en algún momento y como fotógrafo.
La cantidad de material depende del tamaño pero si somos golosos podemos comprar de mas sin miedo.
Para hacerla, primero diseñamos la forma que tendrá al final, en este caso va a ser un formula 1. Recortamos de corcho blanco las piezas necesarias, empezando por una buena base y luego el resto.
Todas las piezas irán envueltas en papel de aluminio de uso alimentario con la cara brillante hacia el corcho y se van montando según se avanza en el cubrimiento de cada una con chuches. Y después se sujetan entre ellas con palillos de madera de los que se utilizan en las brochetas.
Los dulces se pinchan sobre la estructura con palillos, venden unos de plástico y de colores variados que son ideales para este trabajo.
Hay que elegir las golosinas pensando en el color y el diseño de la tarta para conseguir un efecto verdaderamente espectacular.
Para algunas piezas, como la cabeza del piloto en este caso, se ha cogido un huevo de chocolate y los detalles se hacen con recortes de regaliz y gominolas
El resultado se puede ver, durante poco tiempo pues los chicos la devoran en un santiamén, pero solo ver sus caras recompensa por el trabajo.
duelen los dedos pero están para relamerlos... humm.....
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