Pensando las cosas detenidamente hay muchas razones para dar gracias a la clase política por la precaria situación que nos toca vivir y, puede que sin quererlo del todo, nos están enseñando valores que algunos desconocían y otros estaban olvidando.
Reflexionando sobre el día a día, la situación actual y la forma de afrontarla por nuestros políticos, cuyo sentido común es diametralmente opuesto al del ciudadano, llego a la conclusión que en realidad no son malos gestores como opina la mayoría si no que de verdad están haciendo un gran esfuerzo por mejorar la salud material y espiritual de aquellos que con nuestro involuntario sacrificio mantenemos su estatus de poderosos.
Y ahora para que tengáis criterio para comprender el porqué hay que ser agradecido expongo mis diez razones para ello y lo hago en forma de cantata enumerativa con visos de amarga sátira sarcástica.
Señores dedicados a la política y el gobierno, seáis del partido que seáis y con independencia de vuestra voluntad y cargo en la escala de poder de nuestra sociedad os doy las gracias por:
- por hacer de mi familia personas más sanas, en casa cada día comemos mas verdura y menos carne lo que nos hace menos proclives a enfermedades coronarias.
- por habernos hecho más respetuosos con las enseñanzas de nuestros abuelos, hemos recuperado tradiciones gastronómicas de la posguerra aprendiendo a comer ingredientes que hasta ahora ignorábamos.
- por hacernos mas ecológicos, ya no tiramos nada y aprovechamos hasta la ultima molécula de cualquier cosa.
- por hacernos más sociables, cada día tenemos más cosas en común con nuestros vecinos.
- porque hemos aprendido a no tener prisa y ahora llegamos andando donde antes íbamos en coche.
- por hacernos sentir cómodos con los vestidos que pensábamos ya no están de moda.
- por aumentar nuestra confianza en nosotros mismos, pues ya no nos fiamos de nadie.
- por hacernos disfrutar una y otra vez de nuestro libro favorito, a ver quien es el guapo que se atreve a comprar otro.
- porque podemos pasear horas y horas disfrutando del paisaje urbano, sin posibilidad de poder gastar un céntimo en fruslerías.
- y porque si no os doy las gracias tendría que odiaros y eso va en contra de lo que mis padres me enseñaron.
Así que no os odio ni os deseo mal alguno pero ojalá os de un ataque de diarrea y no tengáis papel higiénico a mano...
PD. dedicado a todos los que viven en la abundancia gracias al sacrificio y voto de personas honradas.
Cuando escribiste esto no habían hecho el decreto del canon digital cargándolo a los presupuestos generales del estado, ¡¡¡ya no se quién son los de la cejajajajajajajaja!!!
ResponderEliminarsi los observas bien veras que los de la ceja son todos ¡¡¡estamos rodeados!!!
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