En la reunión de padres con los profesores del colegio, o quizás debería decir muchas madres y un par de padres, nos propusieron un ejercicio para estimular la imaginación de los niños y orientarles en un uso equilibrado de juguetes y caprichos alejándoles del consumo desorbitado.
- ¿como contarías un cuento al niño para que comprenda que no es necesario tener muchos juguetes para divertirse?
Al cabo de unos días, en un folio escrito desde el ordenador ya que mi letra es harto difícil de descifrar, presenté mi cuento:
-- "Mira hijo, había una vez un niño que sus papás no tenían dinero para comprarle juguetes así que aprendió a hacer barquitos de papel con folios como este (y tomando un folio para mi y otro para él comienzo a doblarlo y a enseñarle como debe hacerlo). Se dobla por aquí... se dobla por acá... y en un momento tenemos dos juguetes, con una tiza dibujamos un mar en el suelo y pasamos un buen rato jugando a la batalla de los barcos"
Con lo orgulloso que estaba yo de mi idea viene la profesora y me dice.
- Está bien pero...
- ¿Pero qué?
- Al decir que sus papás no tienen dinero haces una distinción de clases que puede dar una imagen al niño poco favorable hacia los que menos tienen.
-¡Vaya! no pretendía eso, así que rehago el cuento.
-- "Mira hijo, había una vez un niño que no tenia juguetes así que aprendió a hacer barquitos de papel con su papá (y tomando un folio para mi y otro para él comienzo a doblarlo y a
enseñarle como debe hacerlo). Se dobla por aquí... se dobla por acá... y
en un momento tenemos dos juguetes, con una tiza dibujamos un mar en el
suelo y pasamos un buen rato jugando a la batalla de los barcos"
- Esta bien pero...
- ¿Pero qué?
Al decir que esta con su papá haciendo los barcos parece que apartas a la mamá de la tarea de jugar y queda algo discriminatorio, como si la mamá no supiese hacer barcos de papel.
-¡Vaya!... rehago el cuento.
--Mira hijo, había una vez un niño que no tenia juguetes así que aprendió a hacer barquitos de papel con su mamá y su papá (y tomando un folio para mi, otro para mamá y otro para él comenzamos a doblarlo y a
enseñarle como debe hacerlo). Se dobla por aquí... se dobla por acá... y
en un momento tenemos tres juguetes, con una tiza dibujamos un mar en el
suelo y pasamos un buen rato jugando a la batalla de los barcos.
- Esta bien pero...
- ¿Pero qué esta vez?
- Al jugar a batallas le educas en formas violentas de resolver los conflictos, como si no hubiese oportunidad de dialogo y paz.
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-- "Mira hijo, había una vez un niño que no tenia juguetes así que aprendió a
hacer barquitos de papel con su mamá y su papá (y tomando un folio para
mi, otro para mamá y otro para él comenzamos a doblarlo y a
enseñarle como debe hacerlo). Se dobla por aquí... se dobla por acá... y
en un momento tenemos tres juguetes, con una tiza dibujamos un mar en
el
suelo y pasamos un buen rato jugando a dar paseos en los barcos"
- Si esta bastante bien... pero...
- ¿Pero qué? Pero ahora ¿qué?
- No se ¿porqué tiene que ser un niño el protagonista? podrían ser una niña y un niño, incluso varios de diferentes colores de piel para que comprenda la diversidad cultural, o algo así.
- Mire profesora, lo siento pero mañana cambio de turno en el trabajo y me va a ser muy difícil hacer el ejercicio; así que creo que lo haremos más adelante o mejor el curso que viene, gracias por su paciencia.
Me despedí lo más educádamente que supe y cuando ya me iba la escuché murmurar, o quizá lo dijo para que la oyera:
- Que poco que ponen los padres de su parte, parece que les cuesta trabajo o dinero hacer algo tan sencillo por sus hijos como contarles un cuento.
Me fui cabizbajo a casa y en las siguientes reuniones procuré quedarme en la fila de atrás imaginando que así no me veía y con temor de que por un momento me sintiese obligado a contestar alguna pregunta.
Dilema sin solución o, a lo peor, es que nos estamos volviendo muy tontos...